La depresión es oficialmente una de las enfermedades que más sufre la población mundial a lo largo de su vida. Se trata de una enfermedad mental que puede llegar a ser tan destructiva hasta el punto que la persona que la sufre decida tomar la decisión de acabar con su vida.
Si nos encontramos en este punto o conocemos a alguien que se encuentre en esta situación, lo primero que deberemos de hacer es armarnos de paciencia y empezar a actuar sobre una solución al menos para combatirla, ya que es una enfermedad de la que es muy difícil de salir una vez dentro, aunque no imposible.
La depresión se puede sufrir a cualquier edad y las razones pueden ser cualquiera que afecte de forma muy negativa a la persona. En caso de niños, el problema puede localizarse en casa o en la escuela, afectando de forma muy destructiva sobre sus vidas y su crecimiento.
Etapas donde puede surgir la depresión
Si nos encontramos ante un caso de depresión en la infancia o adolescencia, lo primero que deberemos de hacer es hablar directamente con el niño para que nos pueda dar las posibles razones de su malestar, en caso de que no pudiera siempre podremos intentar ayudarlo acompañándolo a un especialista en psicología infantil para que nos ayude a salir adelante.
En el caso de adultos o ancianos la depresión se combate de forma similar o incluso con las visitas a psicólogos o psiquiatras, añadiendo estos últimos fármacos para tratarla aunque sea en el instante, mientras por otra parte se ayuda de manera psicológica durante meses o incluso años.
Ante una depresión propia o que podamos ver en nuestro entorno, tenemos que tener en cuenta que lo primero que deberemos de hacer es evitar frases tipo “Yo te veo bien siempre”, “Te veo reírte a menudo, no creo que estés en depresión” o “Quizá deberías de salir más o encontrar a alguien para salir del agujero”. Este tipo de frases poco acertadas son muy comunes y hacen que las personas en depresión empeores más todavía, por lo que lo mejor en estos casos es no decir nada y primeramente preguntar si podemos ayudarlos en algo, seguidamente de comentar la posible idea de poder visitar a un especialista que los pueda ayudar.
En todos los casos, lo que debemos de hacer es luchar por nosotros mismos o por la persona que está pasando por la enfermedad, y siempre buscar un motivo para seguir adelante y levantarse cada día.
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